Ya puedo decir su nombre...

Vivo enamorada de un hombre desde hace casi 5 años.
He tenido otras relaciones, pero siempre ha estado presente...Mi Inombrable.
Y creo que todos en algún momento tenemos un ser así, que nos martiriza, que va y viene.

Siempre viví pensando que él ERA (aquí pueden escuchar She's the one - Robbie Williams), menosprecié a mis parejas y en mis comparaciones secretas, él siempre ganaba.
Tenemos (o teníamos) una química enorme, en la cama, hablando, en música, en todo.

Lo tuve en mi pedestal junto a Eric Bana (versión Troya) y Pep Guardiola, y siempre era mi referente para todo.
...
Él tiene una familia: una novia y dos niñas. La primera se llama igual que yo.
No sé si su novia conoce de mi existencia, mis exparejas nunca supieron quién era.

Y ahora aparece. Más fresco que nunca.
A pedirme sexo. A contarme un cuento de rutina en su casa, que está cansado.
Llama y no deja de llamar.

Éste es el hombre del que estuve enamorada? Un patán que publica fotos con sus niñas y la madre de ellas, y que corre al baño a tratar de convencerme para llevarme a un telúrico? (buena, no?)

Pues no.No y no.
Ahora sé que no era, y no fue nunca.
Que es un simple mortal y que no me merece. No hoy.

Y lo mandé a la mierda.
Me puse mi minifalda de cuero, mis tacos, y lo mandé a la mierda.

Chau, Santiago. Hasta nunca.